La implementación de conectividad en red, ya sea de área
local o amplia, precisa de una serie de elementos o dispositivos
físicos (hardware) para desplegar una infraestructura adecuada.
En función de las necesidades el número y variedad de componentes
variará para adaptarse a las situaciones de comunicación concretas.
A grandes rasgos los principales elementos serán: los medios de
transmisión (generalmente cable) y la electrónica de red.
El cableado es, desgraciadamente, uno de los elementos
que más se descuidan a la hora de realizar una instalación nueva
pues suele encomendarse al equipo de electricistas, normalmente
no cualificado para este menester, que se limita a instalar "cable
de datos" como si se tratara de cable telefónico o de suministro
eléctrico (descuidando el trazado y protección) y, a menudo, realizar
el conexionado sin las herramientas adecuadas. Un cableado correcto
requiere un estudio previo de las necesidades del cliente que
viene determinado por la topología, distancias, número de puestos
y otros factores que influyen en la decisión final del trazado,
tipo, norma y categoría del cable a instalar. Este problema es
fácilmente solucionable mediante el simple proceso de poner en
contacto al instalador eléctrico con un asesor técnico en instalación
de redes. Un correcto despliegue del cableado garantiza el funcionamiento
de todo el sistema eliminando los riesgos de posibles errores
de transmisión o pérdidas de datos, a menudo frecuentes y muy
difíciles de detectar, en una instalación defectuosa.
A medida que las señales eléctricas se transmiten por un cable,
tienden a degenerarse proporcionalmente a la longitud del cable.
Este fenómeno se conoce como atenuación. No obstante, siempre
que se respeten las especificaciones del medio de transmisión,
los hubs y switches aptos generan una señal de potencia y
calidad suficientes para que posibles dispositivos repetidores
solo sean necesarios en situaciones extremas, siendo más
conveniente, la mayor parte de las veces, optar por medios de
transmisión alternativos. De esto se deduce que hay que ser
extremadamente cuidadoso al decidir el tipo y las longitudes
del cableado (o las especificaciones del medio de transmisión
de que se trate) para no incurrir en situaciones donde se
podrían producir errores.
Tan importante como el medio de transmisión (hemos hecho
hincapié en el cable por ser el caso más habitual pero podría
tratarse de, por ejemplo, fibra óptica, señal de radio, etc.)
es la calidad y correcta instalación de los elementos que
forman el "circuito" completo desde un dispositivo de red
hasta otro. Aquí se incluyen los conectores, bases, patch-panel,
latiguillos, transceptores, repetidores, antenas, armarios
y cualquier otro componente destinado a proporcionar la
continuidad del medio y deben ser tratados con la misma
precaución expuesta para el cableado.
Con el fin de asegurar una instalación fiable incluimos en nuestros
proyectos armarios rack de 19", ya sean de pie o murales
para instalaciones más pequeñas, destinados a contener todo el
conexionado y cableado (de red y, a menudo, de telefonía) y la
electrónica de red (switches, routers, concentradores). La finalidad
de los armarios es doble: por un lado se centralizan el mayor
número de componentes posible, facilitando la configuración y
mantenimiento por parte del servicio técnico y, además, ahorrando
espacio y mejorando la estética, y por otro se consigue una gran
calidad de instalación libre de malos contactos o de desgaste
mecánico. Los armarios se adaptan a las necesidades concretas
del cliente en cuanto a tamaño y posibilidad de ampliación y pueden
incluir estructura reforzada, ventilación interna y puerta con
llave y cristal de seguridad. Es posible, adicionalmente, alojar
en los armarios: servidores en formato rack, sistemas de alimentación
ininterrumpida (S.A.I.), centralitas telefónicas digitales, etc.,
proporcionando un entorno coherente y compacto.
En la práctica, y dado que normalmente se utiliza tecnología
Fast Ethernet o Gigabit Ethernet, el cableado horizontal y
vertical (backbone) de una organización suele poder resolverse
mediante cable de par trenzado de categoría 5 o superior. No
obstante existen, lógicamente, excepciones a esta regla cuando
las necesidades así lo requieren. En supuestos de distancias
extremas, requerimientos de ancho de banda superiores o
movilidad, por ejemplo, se pueden recurrir a otros medios de
transmisión. La fibra óptica permite grandes velocidades de
transmisión así como la extensión de la distancia entre nodos.
Por otra parte, las comunicaciones inalámbricas o vía radio,
ya estandarizadas mediante protocolos como 802.11x o normas
como wi-fi, se imponen en situaciones donde es importante
conseguir movilidad o el trazado del cable es dificultoso.
Nuestro servicio de consultoría, a través de sus asesores,
está especializado en mostrarle las opciones y aconsejarle las
soluciones más óptimas para un adecuado despliegue de la
infraestructura de red en su organización y su posterior
mantenimiento y ampliación.